sábado, 29 de marzo de 2008

Zaiat dixit: Forjadores de la patria

Por Alfredo Zaiat

Como muchas veces en las relaciones económicas y en especial cuando se desencadena un conflicto, un sector se evalúa a sí mismo más de lo que es y, a la vez, la contraparte disminuye la relevancia del otro como http://static.pagina12.com.ar/fotos/20080329/notas/nac02.jpgestrategia en la dinámica de esa puja. Esas son las reglas de juego más usuales para determinar la distribución del poder y la definición de la hegemonía en la sociedad. El sector agropecuario siempre se consideró el único forjador del país debido a que los hombres que dominaron la actividad en el siglo XIX, con métodos y desprecio humanitario de espanto, fueron los que constituyeron las bases para el Estado moderno. El modelo agroexportador fue la estructura económica que acompañó la conformación y consolidación de Argentina como país entre la Generación del Ochenta y la década del veinte. Así construyeron una imagen, que se difundió con bastante éxito a centros urbanos, que expresa la posesión de todos los atributos para considerarse los hacedores de la patria. El resto, por lo tanto, tiene que agradecerle su sacrificio como buenos hijos. Ese vínculo filial de retribución por el pan acercado a las mesas de la ciudad reclama subordinación. Esa representación de sí mismos que los grandes productores han sabido cimentar se ha dispersado e influido en la constitución de la propia conciencia del pequeño y mediano. Pero éste ha sido históricamente más castigado por el esquema de negocios dominado por los grandes, multinacionales, contratistas y exportadores que por un régimen de retenciones. Sin tanto apasionamiento de piquete verde y cacerolas de clase media y alta, ¿por qué un productor –el dueño del campo– que se levanta a las cuatro de la mañana y maneja un tractor hace más “patria” que un obrero urbano –dueño sólo de su fuerza de trabajo– que se despierta a esa misma hora, viaja incómodo a la fábrica y opera una máquina industrial?

Aunque sea una herida insoportable a su amor propio, como se exterioriza en estos días, el campo no es todo, aunque sí una parte importante del país, ni tampoco se está perjudicado por el actual modelo económico. El periodista Julio Sevares publicó en su blog del suplemento económico de Clarín un brillante comentario: “Un reciente trabajo de la Cepal da un golpe al narcicismo del campo, que se considera el artífice del crecimiento argentino y de la salvación poscrisis. Según el trabajo “Crisis, recuperación y nuevos dilemas: la economía argentina 2002-2007”, la contribución al crecimiento del PBI fue del 22,6 por ciento en la industria, 17,1 por ciento en el comercio y sólo 3,5 por ciento en el campo en ese período. La contribución del campo al crecimiento en los noventa fue mayor que en el último período, pero aun en ese momento, menor que la de la industria”. Y agregó, para dejar más claro el concepto, que “el mismo cuadro se obtiene del Indec: en el período 2003-2007, el PBI creció 8,7 por ciento promedio, el PBI Industrial el 10,0 y el Agropecuario 6,0. Ergo, la contribución de la industria al crecimiento del PBI fue mayor. Es un tema de Cuentas Nacionales”. En otro blog (Mide/No Mide, vidabinaria.blogspot.com) se precisa que, según el último censo poblacional, poco más del 10 por ciento es “rural” (localidades con menos de 2000 habitantes) y que cerca de 21 millones de personas (el 52 por ciento del total) viven en los diez aglomerados urbanos más grandes del país. El autor de ese blog señala que “busco el Producto Interno Bruto a precios de mercado y me encuentro con que en 2007 el rubro Agricultura, ganadería, caza y silvicultura representó un tercio de la Industria manufacturera. Y casi lo mismo que los rubros Construcción e Intermediación financiera”.

Ese libro de la Cepal reúne diez investigaciones y una de ellas se refiere al campo, elaborada por Roberto Bisang: El desarrollo agropecuario en las últimas décadas: ¿volver a creer? En ese documento, que analiza con criterio amplio el atractivo proceso de crecimiento del sector, se ofrece un análisis introductorio esclarecedor para comprender esa idea de sentirse y parecerse los “dueños del país” por parte de los hombres del campo:

- “El desarrollo económico (y la propia historia) de la Argentina guarda una estrecha relación con la explotación económica de los recursos naturales en general y, en particular, con las producciones agropecuarias”.

- “Esa imagen se fue forjando a partir de mediados del siglo XIX, cuando la prosperidad del país corría de la mano de la ampliación de la frontera agrícola-ganadera (de las carnes primero y del trigo y del maíz después) en base a tecnologías importadas (y adaptadas localmente) sustentando un modelo traccionado por el mercado externo”.

- “La Argentina, ‘granero del mundo’ o controlando la mitad del comercio mundial de carnes bovinas, estructuró su base productiva a partir de un conjunto acotado de sectores que operaron a modo de ‘locomotoras’ del crecimiento de toda la economía”.

- “Cuando la cantidad de tierras y el deterioro de los términos del intercambio impusieron un límite a este modelo, quedó al descubierto la fragilidad de una estructura productiva desbalanceada y dual, centrada en unas pocas actividades y orientada a mercados (y por empresas) muy concentrados”.

- “En el lapso que va desde 1900 hasta 1935, la producción de cereales y oleaginosas crece a razón de un 3,5 por ciento anual; a posteriori sobrevienen tres décadas donde los niveles se estancan, para retomar un sendero de crecimiento entre 1965 y 1985. Desde inicios de los años noventa hasta el 2006-2007, la producción agregada crece a razón del 5,8 por ciento anual”.

Bisang se pregunta si “en la Argentina del Bicentenario se repite parte de la historia del Centenario”.

Una de las motivaciones del actual lockout patronal, expresado por los grandes productores y operadores de la actividad agrocupecuaria, tiene su origen en el deseo de retornar a ese esquema económico agroexportador, con predominio del poder político en manos conservadoras como en ese entonces. Ya se sabe cuál fue el resultado y mucho más lo conocen los pequeños y medianos productores que no quedaron bien parados de ese modelo de exclusión. Por ese motivo, sus legítimos reclamos quedan confundidos cuando están asociados a los grupos más reaccionarios del sector y, además, cuando provocan el deterioro del poder adquisitivo de asalariados y postergados por el desabastecimiento y suba de precios. Repetir esa historia no es un recomendable sendero a transitar, aunque aprender de ella brinda la oportunidad de aprovecharla para que esta vez los ganadores no sean los mismos de siempre.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-101506-2008-03-29.html

Pequeñas delicias de la vida agroexportadora

Síndrome de Estocolmo

Cresud tiene 400.000 hectáreas.

Adecoagro 200.000.

El Grupo Bemberg 143.000.

Fortabat 140.000.

LIAG Argentina 120.000.

El Grupo Werthein 100.000.

La Biznaga 50.000.

Jorge Blanco Villegas 26.000.

Reyes Terrabusi 25.000.

Los Grobo 17.700.

Supongamos por un momento que estos campos tienen un rinde promedio de soja de 2.900 kilos por hectárea. Es más o menos el rinde promedio del país del 06.

Seguramente tendrán tierras más fértiles, de mayor productividad, pero juguemos con estos números.

La eliminación de las retenciones, como se pide hoy día entre piquetes y cacerolas, implica entregarles a estos 10 empresarios/grupos la friolera de 650 millones de dólares. Entre los 10 juntan 1.200.000 hectáreas. Esas tierras deben valer bastante más de 6 mil millones de dólares [a 5000 dólares la hectárea, pero en la zona núcleo en febrero valía 10.700 según la revista márgenes agropecuarios...].

Pero claro, no te olvides, los terratenientes no existen...

Hace unos días, Montenegro escribió una muy buena columna en Crítica donde mostraba otros datos que reflejan lo mismo [los datos de la tierra también son de él]... 

Según los registros de la ONCCA hay 74.115 productores registrados en la venta de soja.

Pero 30.583 establecimientos producen hasta 60 toneladas al año. Son explotaciones de 20 a 25 hectáreas y representaron menos del 4% del total de la cosecha del año pasado. 

Si se agrupa a todas las explotaciones de hasta 1500 toneladas/año, se tiene al 96% de los establecimientos que levantaron el 40% de la cosecha. 

En el otro extremo, sólo 2.817 acapararon el 60% de la producción sojera.

A ver si se entiende: el 3,8% de las explotaciones controla el 60% de la producción.

Habría que dejar de mentirle a la gente diciéndole que la soja se trata de un negocio de chacareros que se parecen a los Ingalls.

Hay minifundistas, hay pequeños y medianos [que sin duda merecen políticas diferenciadas].

Pero el negocio grueso lo manejan unos pocos. Así que Doña Rosa, ya sabe.

Salga con la cacerola y defienda el negocio de los Elsztain, Soros, Bemberg, Fortabat, Werthein y demás chacareros.

Sólo así lograremos que en este país deje de haber hambre.

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¿quién le roba a quién?

Por el paro agropecuario se perdieron cerca de $300 millones por día

La pérdida económica para el país que provocaron los días del paro agropecuario equivale casi exactamente a lo que el Gobierno tiene previsto gastar durante dos años para compensar a la agroindustria por la suba de los precios internacionales: unos $2350 millones. El monto surge de la suma de las pérdidas preliminares para la industria y el transporte.

El costo del paro también es equiparable a la recaudación impositiva del mes pasado en concepto de retenciones a las exportaciones, las mismas que detonaron la primera crisis político-económica que enfrentó la presidenta Cristina Fernández.
Según cálculos de una consultora económica privada, se perdieron cerca de 300 millones de pesos por cada uno de los días hábiles del paro del campo, que comenzó tras la suba de las retenciones decidida por el Gobierno, informa hoy el diario La Nación.
El monto surge de la suma de las pérdidas preliminares para la industria y el transporte. El primer sector dejó de percibir cerca de $ 80 millones diarios, es decir, unos $ 650 millones acumulados desde el estallido del conflicto; el segundo, $ 212 millones por día, que equivalen a casi $ 1700 millones.
También existen otros costos para el país, incluso algunos que todavía no se conocen, como las demandas judiciales que seguramente enfrentarán las empresas exportadoras por no poder entregar a tiempo su mercadería en el exterior.

Este parate también se reflejó en el mercado interno, donde hubo claras muestras de desabastecimiento de mercadería y consecuentes aumentos de los precios que, según las asociaciones de defensa de los consumidores, rondaron alrededor del 50%.

Link permanente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/38769

Pronunciamientos contra el Lock - out

Los abajo firmantes queremos llamar la atención sobre la radicalización política de las entidades rurales, en la que se percibe la pretensión de un país para pocos, fundado en anacrónicas desigualdades. Una reflexión que es pertinente realizar, debe llevarnos a recordar las alteraciones constitucionales como la que hace treinta y dos años asoló a nuestro país y nos hizo retroceder a niveles insospechados de negación de derechos y degradación económica y social. Hubieron entonces movilizaciones agrarias que contribuyeron a abonar los climas golpistas del 76. Esos movimientos políticos mantenían similares aspiraciones corporativas por parte de algunos sectores agropecuarios, que ahora esperamos que sepan apartarse de estos vituperables sinónimos con el pasado. Los argentinos hemos aprendido con dolor, la necesidad de sostener sin concesiones un marco democrático e institucional estable y de generar de modo simultáneo condiciones de crecimiento económico con esfuerzos crecientes de distribución igualitaria de la renta. Los reclamos de un sector, por importante que sea su contribución a la economía, no pueden ejercerse por sobre el interés general de la ciudadanía y de la nación. Resulta inaceptable que núcleos minoritarios en el interior de la producción rural, nostálgicos de pasadas dictaduras, pueda pretender una confrontación extrema contra políticas que tienen un fundamento económico y social indiscutiblemente democrático. Llamamos a los sectores que representan al campo con trabajo e inversión, a rechazar e impedir la inscripción de sus demandas en el viejo proyecto oligárquico de una Argentina de exclusión y a retomar la gestión de sus intereses por los caminos institucionales que desea el pueblo argentino. Con una alta rentabilidad que tiene clara relación con políticas públicas que les permiten aprovechar en forma adecuada el escenario internacional favorable: refinanciación de deudas por el Banco Nación, dólar alto, gasoil subsidiado, apertura de nuevos mercados, etc., los sectores que representan al campo con trabajo e inversión deben rechazar la inscripción de sus demandas en el viejo proyecto oligárquico de una Argentina de exclusión y a retomar la gestión de sus intereses por los caminos institucionales vigentes para todo el pueblo argentino. La Nación somos todos: vive en la agro-ganadería y la industria; en el campo, en los conurbanos de nuestras ciudades, en la ciudadanía toda, en los hombres y mujeres del pueblo que aún esperan las reparaciones que merecen y en la Constitución que expresa y resguarda la soberanía popular.
Miguel Ángel Estrella, Mempo Giardinelli, José Pablo Feinman, Nicolás Casullo, Tristan Bauer, Luis Barone, Liliana Herrero, Norberto Galazo, Jaime Sorin, Tununa Mercado, Néstor Pasik, Noé Jitrik, Eduardo Grunner, Mario Goloboff, Leonardo Favio, José Nun, Horacio González, Daniel Marcove, Marcelo Schapces, Jorge Coscia, Octavio Gettino, Guillermo Saura, Ana María Amado, Carlos Girotti, Aurelio Narvaja, Tom Lupo, Miguel Talento, Adriana Puiggros, Osvaldo Saidón, Magdalena Faillace, Jorge Bernetti, Martha Goldin, Nemesio Juárez, Licha Paulucci, Natalia Porta López, Romulo Pullol, Liliana Magures, Diana Chorne, Marcelo Langieri, Elena Cabrejas, Susana Velleggia, Miguel Matto, Ignacio Velez, Vida Kamkhagi, Víctor Ramos, Humberto Ríos, Maria Bianchi, Mara Brauer, Liliana Sánchez, Sergio Bellotti, Eduardo Raspo, Aníbal Esmoris, Gustavo García Mendy, Edith Schmukler, Elba Rossi, Irene Saccone, Ana García Ganchegui, Gerardo Codina, Mario Toer

viernes, 28 de marzo de 2008

Zaiat dixit: No importa nada

Por Alfredo Zaiat

Esta columna de Alfredo Zaiat fue publicada en Página/12 en su edición del miércoles pasado. Ayer fue mencionada por la presidenta Cristina Kirchner en su discurso en Parque Norte.

Telefónica y Telecom deciden cortar el servicio de telefonía porque consideran que su rentabilidad no es la adecuada y para restablecerlo exigen un aumento de tarifas. Edesur y Edenor informan que en reunión de directorio adoptaron una medida que afectará a los usuarios porque los dejaran sin luz ante la tozudez de un gobierno que no quiere subir las tarifas. Las empresas de colectivos, las grandes y las pequeñas, impulsan un lockout ante lo que evalúan como una política oficial equivocada de no elevar el precio de los boletos. Las petroleras YPF, Shell, Esso y Petrobras dejan de abastecer las estaciones de servicios para enviar el mensaje que quieren cobrar las naftas más caras. Empresas oligopólicas productoras de alimentos, como Molinos, de Pérez Companc, y Ledesma, de Blaquier, interrumpen los envíos al mercado, porque están en contra de la intervención de la Secretaría de Comercio.

La mayoría pensaría que resulta descabellada esa respuesta empresaria, comportamiento que se definiría como antisocial y perturbador. ¿Cuál sería la reacción mediática ante semejante presión patronal que afecta a millones, en especial a los más vulnerables? ¿Dejar sin teléfono, luz, medios de transporte, combustible y alimentos sería aplaudida, acompañada y festejada con cacerolazos? Da la impresión de que no, aunque no habría que descartar sorpresas entre los que ya se sabe e incluso en algunos progresistas culposos. Ahora bien, para evitar confusiones, la protesta del campo es un lockout patronal, ya sea de pequeños, medianos o grandes productores. Se trata de la respuesta del capital a una medida del Gobierno. Y la acción es tan virulenta como la que tiene con los trabajadores o peones rurales en situaciones de máxima tensión. No importa nada, salvo preservar la rentabilidad del capital. En este caso, “nada” implica vaciar góndolas de supermercados y estantes de los almacenes. Pocas medidas patronales han sido de tan manifiesto desprecio hacia el prójimo. Y lo que no deja de asombrar es que la mayoría de los medios pueda considerar “justa” semejante agresión a la población. Porque no sólo faltará carne, leche y otros alimentos, sino que sus precios subirán ante la escasez, produciendo el doble efecto de angustia por el desabastecimiento y por el deterioro del poder adquisitivo. Esto no significa que los pequeños y medianos productores no necesiten atención con políticas específicas y de promoción por parte del Gobierno, que parece ignorar la diversidad de agentes en el campo. Pero cuando las demandas ya dejan de ser por una estrategia sectorial, para convertirse en un desestabilizador político, económico y social, los dirigentes que dicen representar a los castigados del campo deberían alejarse de sus pares que no dudarían en cualquier otro momento de aplastarlos, como la historia bien enseña.


Contra el lock-out agrario

Esta es una solicitada de un grupo de economistas que tiene por objeto aclarar el verdadero problema del campo, difunda por favor el contenido de la misma y no se deje manipular por los medios de comunicación.

 

Los economistas rechazamos el lock out

Las retenciones son una herramienta para evitar que el alza de los precios internacionales impacte en los precios internos de los alimentos.

Son también un mecanismo redistributivo y un instrumento para promover la diversificación productiva.

Permiten resolver, a su vez, el conflicto entre el aumento de los precios internacionales y la política de tipo de cambio alto, sin por ello afectar la producción del campo. Ello se evidencia en el fuerte incremento de la cosecha: de 69 millones de tn. en 2002- 03 a 85 millones de tn. en 2006-07 en la producción de soja, maíz, trigo y girasol.
El esquema de retenciones móviles es una medida acertada para dar mayor previsibilidad de precios y rentabilidad y luchar contra la inflación. Busca, asimismo, evitar el riesgo de una excesiva concentración de la actividad agrícola en torno a la soja, aspecto que aumenta la vulnerabilidad económica y tiene negativos efectos sobre las restantes producciones agropecuarias.
Es cierto que las realidades en el agro no son todas iguales. Los pequeños productores tienen en algunos casos situaciones atendibles, pero éstas no dependen del nivel de las retenciones sino de políticas específicas. La concentración es un serio problema que afecta al conjunto de la economía argentina y debe atenderse mediante otras acciones de políticas económicas vinculadas con acceso al financiamiento, la provisión de apoyo técnico para incrementar la productividad, la reestructuración de las cadenas productivas y la transparencia en la formación de precios y el funcionamiento de los canales de comercialización.
La rentabilidad de la producción agraria continúa siendo elevada. Según un trabajo de los economistas Javier Rodríguez y Nicolás Arceo, aún con el esquema de retenciones móviles actual, la rentabilidad por hectárea duplicará este año el promedio obtenido durante la Convertibilidad. Es más, dados los elevados precios internacionales de los productos primarios el incremento de las retenciones a las exportaciones no sólo no determina una contracción en los márgenes de rentabilidad de la producción agrícola con respecto al último año, cuando ya era elevada, sino que esta se incrementaría en un 38%.
Esta realidad muestra claramente que el agro disfruta de una prosperidad y rentabilidad sin precedentes basada en la política económica implementada. La prolongación del lock out y la desmesura del reclamo muestran que estos sectores, ubicados en el decil más alto de la distribución del ingreso, buscan cuestionar la política económica en su conjunto.
Los economistas comprometidos con la reindustrialización y un modelo de crecimiento con empleo, distribución equitativa de la riqueza e inclusión social rechazamos el lock out e invitamos a los productores agrarios a sentarse a dialogar para la generación de soluciones que involucren al conjunto de la sociedad y no sólo a intereses sectoriales.

economistascontralockout@gmail.com.

viernes, 21 de marzo de 2008

Pintadas fascistas en el sur mendossino

No será casualidad que hayan aparecido el día 19/03 pintadas reivindicando el Terrorismo de Estado en San Rafael.

Nada más y nada menos que en San Rafael, donde vive la testigo que identificó a Carlos Rico como un represor del D-2.

Y no es casualidad tampoco que sea en las vísperas del 24 de marzo, mucho menos lo es la horda de fachos que hizo los comentarios a la nota del MDZ, que compartimos con Uds.

Todo esto es producto de la inclusión de Carlos Rico y sus secuaces en el gobierno provincial, como de la complicidad monstruosa del gobernador Celso Jaque y su ministro de Seguridad Aguinaga que dijo en algún momento que Rico había combatido la "delincuencia subversiva", palabras más palabras menos las de las pintadas injuriosas.

Gracias a la posición del gobierno provincial vienen tomando vuelo las posiciones fascistas que cuentan evidentemente con el aval del poder provincial.

Sin embargo, estos sectores tienen la costumbre de creer que el valor vienen siempre de la boca de las armas y acompañado de patotas asesinas, así que no pueden comprender que el verdadero valor es enfrentar su inagotable cobardía.

 

19 de Marzo de 2008 |20:26

San Rafael: pintadas contra desaparecidos

Pintadas como esta aparecieron en San Rafael.

"Pabellón Nacional, 30.000 terroristas", son algunas de las inscripciones en aerosol que aparecieron en la plaza de la Memoria sanrafaelina. El intendente Félix denunció el caso a la Policía.

La aparición de pintadas en calles y espacios verdes de San Rafael, con leyendas reivindicando el golpe de Estado de 1976, calificando además como terroristas a los 30.000 desaparecidos, causaron preocupación en el sur provincial.

"Pabellón Nacional, 30.000 terroristas", son algunas de las inscripciones en aerosol, que aparecieron en la plaza de la Memoria, que recuerda a cada uno de los desaparecidos de San Rafael. Leyendas de similar tenor se pueden leer en carteles indicadores de calles del microcentro local.

“El Día de la Memoria significa no olvidar un hecho realmente luctuoso y que no queremos que se repita, pero para un sector minúsculo de la sociedad, de mentalidad retorcida, se puede decir que es un día de festejo”, aseguró el intendente Omar Félix en conferencia de prensa.

Para las asociaciones de Derechos Humanos, las pintadas son obra de grupos relacionados con la ultraderecha y sectores fanáticos de la iglesia. Por eso, junto a la Municipalidad de San Rafael, realizaron la correspondiente denuncia policial,  acompañada por videos y fotografías de las pintadas.

El jefe comunal añadió que “en muchos lugares hemos encontrado pintadas, que dicen 30.000 terroristas refiriéndose a nuestros 30.000 desaparecidos, y otras con la frase pabellón nacional, como si reivindicar la muerte fuera patrimonio de alguien que quiere la bandera Argentina.

Confirmó Félix que ya se hizo la correspondiente denuncia policial "y vamos a hacer todo lo posible para averiguar la identidad de estos señores y que se tomen medidas con ellos".

"Mala forma de querer el pabellón nacional de aquellos que reivindican la muerte de hermanos argentinos; realmente es lamentable el actuar de estos sectores vandálicos, inadaptados, que están de alguna forma rememorando lo peor de nuestro pasado", concluyó diciendo el Intendente de San Rafael.

Por su parte, el docente e integrante de organismos de Derechos Humanos, Sergio Villar, destacó que ya hay antecedentes en la justicia sobre este tipo de situaciones. "Sabemos que son grupos fundamentalistas religiosos fanáticos de ultraderecha; por eso apelamos a todos aquellos que tiene algún acercamiento o relación con ellos, que les hablen para que no reiteren este tipo de actividades, porque lo que provocan es la reacción contraria".

Añadió que la mayor parte de la sociedad está tomando conciencia de lo que verdaderamente sucedió entre 1976 y 1983. "Vamos avanzando para que este tipo de cosas se superen y no vuelvan a pasar nunca más", agregó.

En San Rafael,  el 24 de marzo habrá una movilización a la plaza de la Memoria. Allí, a las 10 de la mañana, se colocará una ofrenda floral, y se leerá un documento rubricado por distintas personalidades de la región. A continuación, grupos de rock que se sumarán a este evento, en repudio a los 32 años del Golpe de Estado de 1976.

Link permanente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/37101

jueves, 20 de marzo de 2008

Cuenta regresiva para Jaque


El gobernador de la provincia, Cont. Dn. Celso Jaque, decidió tomarse vacaciones desde el lunes, una de las razones intuimos, es que no quiere presidir, como es su obligación los actos por el Día Nacional de la Memoria, para no encontrarse a las organizaciones defensoras de los derechos humanos, con quienes mantiene un largo enfrentamiento, desde hace 100 días prácticamente, cuando nombró Subsecretario de Seguridad a Carlos Rico.

El conflicto ha ido profundizándose a raíz de la tozudez del gobernador electo y su ministro extrapartidario Juan Carlos Aguinaga (PD), que respaldan sin resquemores al cuestionado Subsecretario, pero que no es el único cuestionado, ya que hay otros cuatro funcionarios nombrados en Seguridad que tienen antecedentes de participación en el Terrorismo de Estado (Pedro y Vicente Chacón, Gómez y Vega).

La posición de Jaque es cada día más incómoda, todavía no puede completar su planta de funcionarios porque cada funcionario que elige tiene cuestionables antecedentes para acceder al cargo propuesto. Lo que demuestra una notoria incapacidad para gobernar.

A 100 días de gobierno no puede exhibir ningún logro y ha encontrado conflictos en todas las áreas, sin atinar a dar otra respuesta que las supuestas "conspiraciones" de la Concertación, para estorbarlo.

Su emblemático compromiso con los funcionarios de Seguridad, que hasta ahora sólo han producido "gags" como el del ministro Aguinaga invitando a los vecinos del Santa Teresita a ejercer la autodefensa, o las "razzias show" nueva modalidad con la que se pretende poner en "jaque" al delito, haciendo operativos con gran lucimiento mediático y pocos resultados prácticos, no le ha reportado una sola satisfacción, puesto que el índice de los delitos no puede bajar ni aún cuando Aguinaga pretenda desagregar el número de los homicidios entre conocidos de los producidos entre desconocidos.

A esta situación se sumó la payasada con los docentes de prometer un aumento que no pretendía firmar después y el gran papelón de vendimia llevándose su guardia de corps para que alguien lo aplaudiera en el anfiteatro, después de los chiflidos del ensayo de la fiesta central y el carrusel.

No parece muy afortunado el inicio de un gobierno que decide seguir al gobierno nacional en pavadas como la hora y en groserías como lo del INDEC, pero que cuestiona seriamente la política de derechos humanos iniciada por Kirchner. Jaque eligió quedarse afuera de todo cargo partidario para seguir sosteniendo un acuerdo mezquino que le otorga la hasta ahora indemostrada mayoría en las cámaras, puesto que paquete que envía paquete que le rechazan, no obstante lo cual está empecinado en no parecer falto de carácter. Bueno ... De la Rúa también golpeaba la mesa y terminó yéndose en helicóptero...